Antiguos relatos en náhuatl hablan de Aztlán, el lugar de las garzas, patria de origen de los mexicas, que tiempo después fundaron la gran Tenochtitlan. El historiador Miguel León-Portilla nos cuenta que Aztlán permaneció en el imaginario durante siglos, al grado de que, en tiempos de Moctezuma I (siglo XV), éste envió una expedición que regresó con buenas nuevas: Señor, nosotros hemos cumplido lo que nos mandaste, hemos visto aquella tierra de Aztlán y de Colhuacan, donde habitaron nuestros padres y abuelos, y traemos de aquellas cosas que allá se dan y crían.
Los expertos en culturas mesoamericanas coinciden en que si aquel mítico lugar existió se hallaba en las tierras de Nayarit. Y lo que son las cosas, el destino ha querido que en tiempos de la cuarta transformación aquí inicie otro éxodo, porque de Nayarit saldrá el germen que queremos que crezca en todo el país como un árbol frondoso que dé sombra, seguridad y paz a quienes buscan en la atención médica regresar a la tranquilidad. Por eso, a la histórica transformación del sistema de salud que inicia aquí le hemos llamado Operación Aztlán.
Y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha explicado en qué consiste esta transformación. En su libro A la mitad del camino dice: el propósito es que en 2024 los hospitales de salud a cargo de los gobiernos de los estados se conviertan en hospitales del IMSS-Bienestar, operados y administrados por una institución de estabilidad y fortaleza como lo es el IMSS. En Nayarit ya empezamos. Con el gobernador, el doctor Miguel Ángel Navarro, firmamos el acuerdo que establece la ampliación de la cobertura de IMSS-Bienestar para otorgar servicios médicos a la población sin seguridad social. Lo acontecido fue la conclusión de meses de trabajo que incluyó un levantamiento sobre el estado de la infraestructura y equipamiento, así como un amplio diagnóstico para identificar las necesidades financieras y humanas en esa entidad.
Así se puso en marcha un programa de abasto emergente de medicamentos y material de curación, se integraron proyectos ejecutivos para las acciones de fortalecimiento de infraestructura y un programa para la sustitución de equipo. Se atendió también la necesidad de realizar jornadas de recuperación de cirugías, la ampliación de horarios en el primer nivel y capacitación y supervisión de la operación. En todo esto el punto medular fue contar con personal suficiente y necesario. Por eso, en un día histórico, el pasado 1 de abril autoridades de los tres niveles de gobierno dimos la bienvenida a 125 médicos y médicas residentes, entre los que hay anestesiólogos, ginecólogos, pediatras, urgenciólogos, cirujanos e internistas. A partir de ese día comenzamos a trabajar todos como un mismo equipo: durante ese fin de semana se llevaron a cabo procedimientos quirúrgicos de traumatología y ortopedia de manera complementaria tanto en el Hospital Civil de Tepic, como en el Hospital de Rosamorada. También se realizaron cirugías que tenían meses de espera por falta de equipo o insumos suficientes.
De nueva cuenta, Nayarit es el pueblo que sale al encuentro del águila, pero esta vez se trata del águila de la seguridad social, porque como bien dice el gobernador Navarro: el estado está en labor de parto de lo que será el nuevo sistema de salud en México. Un sistema que piensa en los que menos tienen, que no deja a nadie atrás y a nadie fuera del acceso y el derecho a la salud, y cuyo nombre es: IMSS-Bienestar, el brazo solidario del Seguro Social.
Información: Milenio
Zoé Robledo @zoerobledo