El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, aseguró que pese a la magnitud 7.1, el sismo registrado en Acapulco salió barato en cuanto a daños.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga para Radio Fórmula el mandatario estatal indicó que suman más de 200 réplicas, pequeños sismos que se siguen sintiendo y ante los cuales la población debe estar alerta.
Nos salió barato, pudo haber sido una tragedia, una desgracia, aseguró.
El gobernador relató que, al ser de intensidad fuerte el temblor, ocasionó derrumbes en carreteras, así como daños en múltiples inmuebles donde se cayeron plafones y rompieron vidrios.
En la Autopista del Sol se registró un deslave tres kilómetros después de pasar Tierra Colorada, y aunque sí hay paso, los automovilistas tardarán en el punto entre una hora y hora y media.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) estima que los trabajos de remoción de rocas y tierra concluyan en tres o cuatro días.
Sobre la carretera federal, a la altura de la zona conocida como Agua de Obispo, ocurrió otro derrumbe que ya se atendió y permitió la reapertura de la vía.
Chilpancingo fue uno de los municipios más afectados por el sismo, con caída de bardas y daños al Palacio de Gobierno y Casa Guerrero.
Sobre el Aeropuerto Internacional de Acapulco, detalló, no opera para recibir vuelos comerciales.
El gobernador prevé que tras una evaluación exhaustiva de daños y labores de reparación se reanude la recepción de vuelos hasta el jueves.
Hasta el momento, indicó Astudillo Flores, solo se ha reportado la muerte de un joven, quien por el movimiento telúrico perdió el control de su motocicleta y cayó.
El Gobierno de Guerrero continuará con reuniones con personal de la Sedena y Semar para hacer una recapitulación de daños y acciones.
Con información de López-Dóriga Digital