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En Palacio Nacional están estudiando darles un ascenso a Hugo López-Gatell y a Zoé Robledo, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador considera que han hecho un gran trabajo con la pandemia de Covid-19.
El subsecretario de Salud sería premiado con la dirección del IMSS, al tiempo que el chiapaneco asumiría la titularidad de la Secretaría de Gobernación. La ministra en retiro Olga Sánchez Cordero retomaría su escaño en el Senado.
Fuentes de Palacio Nacional nos cuentan que, primero que nada, habrá reconocimiento para uno de los funcionarios que gozan de mayor aprecio por parte del primer mandatario: Hugo López-Gatell.
Él será uno de los beneficiados con un nuevo encargo en el gabinete ampliado. En unos días se estrenaría como director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dependencia estratégica en materia de salud y una institución arraigada entre los mexicanos, sobre todo después de la labor desempeñada por sus médicos y enfermeras en la atención de miles de enfermos de Covid-19 en la destapas más críticas de la pandemia.
Podrá manejar el presupuesto y se encargará de administrar al Instituto luego de la reforma de outsourcing que, según lo previsto, beneficiará sus arcas, porque combatirá a los grandes empresarios que evaden cuotas millonarias del IMSS en perjuicio de los trabajadores y de los recursos públicos que nunca ingresan.
Claro, sólo falta ver que la reforma que busca regular la subcontratación logre sobreponerse a la cascada de amparos que se han promovido exitosamente ante los jueces.
UN JOVEN A GOBERNACIÓN
Zoé Robledo también sería reconocido por su labor, tras haber lidiado durante más de un año con la peor crisis de salud en la historia moderna de este país. Se irá como nuevo secretario de Gobernación en relevo de la exministra Olga Sánchez Cordero, quien ya ha tenido que aclarar más de una vez que no ha presentado su renuncia ni se la han pedido.
Sin embargo, su reciente encontronazo con Julio Scherer Ibarra, consejero jurídico de la Presidencia de la República, fue la gota que derramó el vaso y, nos dicen, esta vez regresará a su escaño como senadora. Y es que su exvocero, Omar Cervantes, involucró a Scherer en maniobras electorales para beneficiar al candidato del PRI en Nuevo León, Adrián de la Garza.
Su conversación salió a la luz y provocó un enorme encono entre la secretaria Cordero, a quien algunos de sus compañeros de gabinete llaman desde hace tiempo florero, y el consejero jurídico presidencial.
(Fuente: Eme Equis)