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Si no abrimos ahorita y nos esperamos hasta finales de agosto, con el inicio del otro ciclo escolar, si el resultado no es el esperado, tendríamos que volver a cerrar, aunque sea parcialmente.
Así defendió el subsecretario de Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, la idea de un regreso a clases presenciales en la mayoría de los estados del país en este momento, a pesar de la resistencia de padres de familia por temor.
14 meses después (del cierre de escuelas), el balance de riesgo-beneficio está claramente dominado por el beneficio, más cuando llevamos 19 semanas en descenso y 14 meses con los estudiantes fuera del aula escolar, detalló.
El proceso de reencuentro entre niños, entre estudiantes, entre padres de familia, es favorecedor, agregó, mientras se informó que el país sigue con una tendencia a la baja en casos y decesos por el Sars-Cov-2.
Aclaró que esta idea de que Campeche abrió las escuelas y por eso pasó al amarillo, no tiene un sustento técnico.
No hay ninguna relación causa-efecto entre abrir escuelas y que se regrese al amarillo.
Campeche abrió otras actividades públicas y por esa razón pudo haber aumentado el número de casos.
Lo que pasó en Campeche, lo mismo que en Nayarit, no es por la reapertura de las escuelas, afirmó.
Hugo López-Gatell consideró que es notorio que México tomó una de las más estrictas medidas de cierre educativo; sin embargo, ya es momento de intentar la vuelta a clases presenciales.
